I Encuentro Mujeres de la Diáspora en Asturias: Marielena Longart
- AVAO VENASTUR
- 17 mar 2023
- 4 Min. de lectura
Hoy podremos leer las palabras que el pasado 09 de marzo Daniel Lugo, esposo de Marielena leyó en su nombre en el marco de la celebración del día de la mujer.

Gracias AVAO por la invitación, y mil gracias a todos los presentes por regalarme vuestro tiempo, para contarles un trocito de mi vida. Gracias por creer en esta excusa para reunirnos y conocernos un poco más. Gracias por reconocer el trabajo que hacemos y que, como mujer, reivindico. Soy Marielena Longart… y soy cantante. Desde muy pequeña aprendí a escuchar música y a preferir la música CANTADA, pero sobre todo aprecié la música BIEN CANTADA. (para mi criterio, claro)
No soportaba la música si no tenia un componente académico, una voz bien colocada, afinación perfecta, etc. Y todo esto sin haberlo aprendido a hacer. Culpa de ello… ser hija de padres orientales (del oriente venezolano. No asiático) con muy buen gusto musical y exigentes con sus 4 hijos en pleno crecimiento físico y mental. Un viaje desde Barquisimeto a Carúpano se convertía en una clase de geografía, música, economía local e historia del arte de Venezuela, según el territorio que estuviéramos cruzando. Gracias a ello, mi gusto SELECTIVO. Así que, apenas pude, curse estudios musicales en escuela, academias, conservatorios y universidades (que no pararé a detallar) y por supuesto… comencé a cantar en coros.
Me hice CORALISTA-SOPRANO. Descubrí el trabajo vocal en equipo, la responsabilidad y la disciplina coral que marcarían mi vida y mi forma de ser…. Bueno, al punto de, casarme con un director de coros. Desde entonces ha sido un sin parar. Canto coral, polifonía, contrapunto, narración oral, dirección coral, he sido actriz, locutora, productora, madre, esposa, hija, hermana, vecina, comadre, inmigrante, amiga, etc. Y son todas estas cosas las que me permitieron crear lo que hoy soy… por lo que me atrevo a decir, convencida… Soy Marielena… y soy cantante. Abandonar o esconder lo que, en esencia somos, no es justo para uno y mucho menos para los demás. Si lo hiciera, seria negar al mundo la posibilidad de CONOCER a la verdadera Marielena y por ende, privarlos de un talento que en su día reconocí, cultivé y me preparé para ser feliz y hacer feliz a todo el que se topara con él y eso no iba a pasar por cambiar de continente.

Dejar de ser yo, no era una opción. Como inmigrante y como mujer me toco DESCUBRIRME sin anillos, sin títulos, sin fans… y lo encontrado no fue traumático; fue gratificante, refrescante y enriquecedor. Aprendí a observar y valorar mi esencia como persona sin anular mi vocación de cantante. Sin embargo, merecía un cambio de actitud. Era vital para adaptarme a esta nueva vida. Un cambio de entorno, requiere un cambio de actitud. Me di cuenta que mis dias tenían las mismas 24 horas pero que dentro de éstas, había que hacer espacio a la nueva Marielena, más versátil, casi desconocida para mí, con oportunidades que no había visto. Traía una mochila mental con limites que no me dejaban ver una cantidad de emocionantes formas de vida que me estaba perdiendo.
Es por eso que decidí redireccionar mi vida por caminos insospechados y desconocidos, pero siempre vinculado a lo que dominaba. Fue así como me encontré, cuidando enfermos cantando y haciéndoles cantar. Limpié escaleras repasando el 4º movimiento de la 9ª sinfonía de Beethoven. Conté mis experiencias sinfónico corales a mis compañeras camareras de piso del hotel donde trabajaba en las mañanas y por las tardes las repetía en el programa de radio Isora FM. (Meridiano 60’66’’) que hacía junto a mi esposo, mis hijos y mis compadres Rosa, Angel y Héctor. Descubrí lo que era una siesta española para recuperar fuerzas y preparar a los niños, dejarlos cenados y empijamados para ir al ensayo del coro del pueblo que, por supuesto dirigía mi esposo, para luego regresar a casa cantando el repertorio de música mejicana que cantaríamos, el fin de semana, en la misma cadena de hoteles donde había estado limpiando la madrugada anterior. Y paro de hilar y de contar porque el ovillo es interminable. No se si lo hice bien. De lo que si estoy segura es, que lo hice de la mejor manera que QUISE. Y digo quise, porque creo fielmente que QUERER ES PODER. Y CON ESTO, ENTRO EN MATERIA.
Confiar en mí misma, en mis virtudes, mis conocimientos y en mis preferencias, me permitieron crear un entorno de convivencia familiar y laboral, prospero, cómodo, positivo, eficiente, amoroso, activo, generoso, exitoso, armonioso y espiritual. Emigrar, nos da la oportunidad de redescubrirnos, y es ahí donde se pone a funcionar nuestra creatividad para poner a disposición del mundo, nuestro don. OJO, no se trata de repetir experiencias (eso nunca funciona) es valerse de ellas para reinventarse… y ahora pregunto: ¿Cómo nos reinventamos??? Tenemos que partir del punto de que ya estamos inventados. ¿y si somos el diamante que le hacia falta a la joya de la corona?
Entonces digo: ME RECONOZCO, ME AMO Y ME APRUEBO. AMO LO QUE SOY Y EN LO QUE ME HE CONVERTIDO.

Hoy por hoy, pertenezco a una de las empresas multinacionales más importantes del mundo como agente del custumer support centre, haciendo lo que más me gusta que es ayudar a la gente. Además, soy integrante del quinteto vocal Armonía 6, pertenezco al coro de la Fundacion Princesa de Asturias, Grupo Coral San Claudio, Coro Belmonte de Miranda y más recientemente a la cuerda de contraltos y colaboradora del Coro de la asociación venezolana-asturiana de oviedo (Avao). Así que digo: ¡Aquí estoy y aquí seguiré! Dispuesta a reconocer los espacios y pertenecer a ellos, dispuesta a ofrecer una vida llena de experiencias vividas, dispuesta a transformarme y aprender todo el repertorio posible, para enriquecer el que traigo de lejanas tierras e interpretarlo correctamente, como y cuando corresponda. Pero, sobre todo, dispuesta a ser la persona que siempre he querido ser…
PORQUE SOY MARIELENA LONGART… Y SOY CANTANTE.
Comentarios